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Decreto: Tubo de Luz y Llama Violeta

“Los pensamientos del hombre casi nunca están quietos, al menos durante un período apreciable de tiempo. Los individuos desarrollan constantemente ideas o pensamientos dentro del campo energético de su conciencia o se someten a los pensamientos de otros de los registros akáshicos, de las mentes del entorno, los pensadores contemporáneos, o de los pensamientos e ideas que flotan en la atmósfera.

“Algunos de estos pensamientos producen una cierta cantidad de bien, pero muchos son solo vacilaciones, matrices imperfectamente formadas, que los individuos que las reciben no las reconocen al principio. Lo más seguro para cada estudiante de la luz es entender la necesidad de protegerse de los pensamientos errantes de los demás. La mejor manera de hacerlo es simplemente invocar tu poderoso tubo de luz desde el corazón de tu amada Poderosa Presencia YO SOY.

“Debéis reconocer, cuando invocáis este tubo de luz con plena fe que Dios lo ha bajado a vuestro alrededor y que las energías de Dios están surgiendo a través de su campo energético para proteger vuestro mundo, que cuando calificáis el poder mismo de ese tubo de luz con el ímpetu añadido de vuestro propio pensamiento constructivo, Dios entonces lo amplifica casi sin límite. ”

– Amado Poderoso Victory, Perla de Sabiduría vol. 43 no. 6

Decreto de fuego violeta y tubo de luz

Del maestro ascendido Saint Germain

Oh mi constante y amorosa Presencia YO SOY, tú, Luz de Dios sobre mí cuyo resplandor forma un círculo de fuego ante mí para alumbrar mi camino:

¡YO SOY quien te invoca con plena fe para que coloques desde mi propia Poderosa Presencia Divina YO SOY un gran pilar de Luz alrededor de mí ahora mismo! Mantenlo intacto a cada momento que pase, manifestándose como una lluvia reluciente de la bella Luz de Dios a través de la cual nada humano puede jamás pasar. ¡Dirige al interior de este bello círculo eléctrico de energía cargada divinamente, una rápida oleada del fuego violeta de la clemente y transmutadora llama de la Libertad!

¡Haz que la energía siempre en expansión de esta llama proyectada hacia abajo al campo energético de mis energías humanas, convierta completamente toda condición negativa en la polaridad positiva de mi Gran Ser Divino! Que la magia de su misericordia purifique con Luz mi mundo de tal manera que todos aquellos con los que entre en contacto sean siempre bendecidos con la fragancia de violetas desde el

mismo corazón de Dios, en memoria del bienaventurado día del amanecer en el que toda discordia —causa, efecto, registro y memoria— sea convertida para siempre en la Victoria de la Luz y la paz del Jesucristo ascendido.

YO SOY quien acepta ahora constantemente el poder y la manifestación plenas de este fíat de Luz, y quien lo invoca para que entre en acción instantánea por mi libre albedrío otorgado por Dios, y por el poder de acelerar ilimitadamente esta sagrada emisión de ayuda proveniente del mismo corazón de Dios, ¡hasta que todos los hombres hayan ascendido y sean libres en Dios en la Luz que nunca, nunca, nunca falla!

¡El llamado obliga la respuesta!

Un decreto de llama violeta tiene el poder de unir y enfocar las energías espirituales con precisión láser utilizando el poder de la Palabra hablada.

Cuando Dios (Elohim) creó el cielo y la tierra, el fíat se emitió: “Hágase la luz y la luz se hizo.” Esta es la orden a la luz, hablada por el Creador. Esta orden la podemos confirmar tanto en la tierra, como en el cielo.

La Palabra hablada es la clave. Cuando hablamos con la autoridad de nuestro Dios Padre-Madre, siempre en el nombre de la Presencia “YO SOY”, nuestras meditaciones y sus visualizaciones (cargadas de sentimientos puros y concentración constante) se hacen físicas a través de nuestros decretos hablados.

Esta es la meta de Dios para nuestra vida. Somos llamados el Hijo del hombre porque es nuestro destino ser en la tierra un cocreador con los Elohim. Mediante el ejercicio de nuestro libre albedrío y de acuerdo con sus leyes, es el plan divino de Dios que manifestemos en el plano físico toda la luz y la conciencia superior del cielo.

El proceso de sellar la luz en los átomos físicos de nuestro cuerpo físico y del planeta solo puede lograrse mediante el decreto de la Palabra, la Palabra hablada, hablada con la autoridad del nombre del YO SOY. Es a través del chakra de la garganta de dieciséis pétalos que las palabras que pronunciamos son dotadas de poder por nuestra Presencia de Dios para manifestar lo sin forma en la forma física.

Es por eso que los mantras han sido entonados en Oriente por la ciencia del sonido durante miles de años. El mantra se convierte en el cáliz que mantiene el fuego sagrado de Dios en el plano físico para la bendición de toda vida.

La ciencia de la Palabra hablada como los maestros ascendidos la enseñan es una combinación de las formas de oración de Oriente y Occidente. Une la oración, el mantra, la afirmación, la visualización y la meditación con los decretos dinámicos. Esto crea una energía dinámica a través de nuestros chakras para beneficiar y bendecir a todo el mundo.

Cada decreto de llama violeta es una fórmula alquímica precisa

El llamado (o preámbulo)

Nosotros, en primer lugar, nos dirigimos a la Divinidad interior (nuestra Presencia YO SOY y Santo Ser Crístico) y al exterior (Dios, los maestros ascendidos, los arcángeles). Cada llamado especifica el foco del decreto de la llama violeta y activa tus chakras (tercer ojo para la visualización, sentimiento en nuestro corazón, etc.) para un efecto máximo.

Aquí está un llamado de llama violeta simple dado por El Morya en el libro El discípulo y el sendero:

“En el nombre del Ser Crístico y en el nombre del Dios vivo, invoco las energías del fuego sagrado desde el altar dentro de mi corazón. En el nombre del YO SOY EL QUE YO SOY, invoco la llama violeta para que resplandezca desde el centro de la llama trina, desde el núcleo del fuego blanco de mi Presencia YO SOY, multiplicada por el impulso del bendito maestro ascendido Saint Germain. Invoco dicha luz para que penetre mi alma y active mi memoria anímica de libertad y el diseño original del destino de mi alma. Invoco la llama violeta transmutadora para que atraviese mis cuatro cuerpos inferiores y la conciencia de mi alma para que transmute la causa y núcleo de todo lo que sea inferior a mi perfección Crística, todo lo que no esté de acuerdo para mi corriente de vida. Que así sea, por las lenguas hendidas de fuego del Espíritu Santo en cumplimiento de la acción de ese fuego sagrado como arriba, así abajo. Y acepto que esto se cumpla en este momento con el pleno poder del Dios vivo que también declara ahora dentro de mi alma: “YO SOY QUIEN YO SOY”.

El cuerpo de un decreto de llama violeta

Esta es la oración, repetida en voz alta, que libera el poder del decreto. Un simple decreto de llama violeta es:

YO SOY la Llama Violeta
En acción en mí ahora

YO SOY la Llama Violeta
Solo ante la Luz me inclino

YO SOY la Llama Violeta
En poderosa Fuerza Cósmica

YO SOY la Luz de Dios
Resplandeciendo a toda hora

YO SOY la Llama Violeta
Brillando como un sol

YO SOY el poder sagrado de Dios
Liberando a cada uno.

El cierre (o sellado)

Esto sella las energías generadas por el decreto y tu aceptación de la bendición promueve la manifestación del resultado deseado… siempre ajustado a la Voluntad de Dios.

¡Y con plena Fe acepto conscientemente que esto se manifieste, se manifieste, se manifieste! (3x), ¡aquí y ahora mismo con pleno Poder, eternamente sostenido, omnipotentemente activo, siempre expandiéndose y abarcando el mundo hasta que todos hayan ascendido completamente en la Luz y sean libres! ¡Amado YO SOY! ¡Amado YO SOY! ¡Amado YO SOY!

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